Cuando lees manuales o ves tutoriales en internet sobre como hablar en público te recomiendan que nunca digas que tú no eres la persona más indicada para hacerlo, porque eso te desacredita y te hace ser menos importante para hablar del tema.
Hoy puedo decir en voz alta que no soy la persona que debería ostentar el cargo de presidente de FECOREVA. Quien ahora debería estar hablando con ustedes es el querido y recordado Enrique Font Jericó, representante de los usuarios del río Mijares durante tantos años y que desgraciadamente nos dejó el 21 de julio de 2021, hace ahora aproximadamente un año. Por trayectoria, trabajo e implicación con los regantes, él debería ocupar este cargo.
Y si de bien nacidos es ser agradecidos, debo también recordar la labor de mis antecesores en la presidencia:
A José Pascual Gil, presidente desde 2004 hasta 2010, a quien homenajeó el Ayuntamiento de Castellón y califiqué de persona adelantada a su tiempo, visionario y hombre puente entre dos generaciones con diferentes maneras de ver la agricultura que, sin su actitud, se habrían enfrentado irremisiblemente.
A Benjamín Aparicio Cervera, presidente desde 2010 hasta 2016. Apasionado, constante y luchador incansable en la defensa del regadío y del mundo rural.
A José Antonio Andújar Alonso, presidente desde 2016 hasta 2019. Cordial, tranquilo y con temple para manejar y solucionar situaciones difíciles en el mundo del regadío.
Y finalmente, Salvador Marín Ortega, presidente desde 2019 hasta 2022, nombrado para tal cargo precisamente en mi pueblo, Vila-real. Ha representado la figura de presidente plural, consultando siempre que era necesario a la Junta directiva y expresando su opinión en todos los temas estos últimos años.
Salva, mi padre decía que a los que se les nombra para un cargo se les debía felicitar al finalizar el mismo. Por ello, no puedo más que darte mi sincera enhorabuena por tu presidencia. Felicidades por tu nombramiento.
FECOREVA se ha hecho mayor de edad y pese a su juventud seguirá defendiendo con más fuerza si cabe todas las reivindicaciones e intereses de nuestras 252 comunidades y entidades de riego con la intensidad que ellas mismas quieran dar. Levantaremos la voz y defenderemos el regadío valenciano con fuerza y datos técnicos para convencer a la sociedad actual y a las instituciones estatales, las cuales cada vez están más comprometidas con el medio ambiente.
Si hemos defendido las externalidades positivas del regadío que nos definen, me gustaría que comenzáramos a valorar las internalidades positivas de nuestras comunidades: tenemos los mejores técnicos y una reconocida experiencia en ahorro de agua y fertilización sostenible; tenemos las comunidades más punteras en el uso de energías alternativas; tenemos los mejores juristas en temas de agua y medio ambiente; tenemos los mejores administrativos y secretarios en temas de sociedades de riego; tenemos un gran patrimonio hidráulico que defender, revalorizar y restaurar; tenemos unos magníficos archivos históricos que recuperar; y un larguísimo etcétera. La transferencia de todos estos conocimientos entre nosotros debe ser nuestro segundo propósito después de nuestras reivindicaciones. Y todo esto pasa por crear comisiones de trabajo con expertos en los temas y por transmitir al resto de comunidades toda la información y conocimientos recogidos en las mismas.
A quienes no se sienten representados en los órganos rectores de FECOREVA o se consideren comunidades inferiores por ser pequeñas, les pediría que se incorporen a las comisiones de trabajo que creemos y absorban todos los conocimientos y experiencias del resto de comunidades. Compartamos la información de todos, transmitámosla y avancemos todos juntos.
Finalmente, solo me resta recordarles una frase que siempre digo e intento llevar a la práctica: el agua no solo debe ser incolora, insípida e inodora; además lucharemos por que sea apolítica, justa y de todos.
Muchas gracias.