La Real Acequia de Carcaixent nació en 1654 fruto de la concesión del Privilegio del Rey Felipe VI para aprovechar el agua del río Júcar, tras la petición realizada un año antes por parte del Consejo General de la villa y sus ciudadanos notables.
Tras una construcción que duró 25 años y para la que se hipotecó la población de Carcaixent en su totalidad (“…toda la villa, hombres y mujeres, los que vivían y los que todavía tenía que nacer, de cualquier clase, estado o condición”), el agua llegó a la huerta de la localidad en 1679 y, desde entonces, la historia de la Real Acequia de Carcaixent ha estado íntimamente ligada a las diferentes etapas del progreso económico y social de la población.
A continuación, se explican dos de los ejemplos más representativos: en un primer momento, el regadío trajo un aumento considerable de la superficie plantada de morera cuyas hojas alimentaban a los gusanos de seda. El comercio de esta valiosa materia prima junto al resto de rentas agrícolas permitió finiquitar el último plazo de las hipotecas antes citadas 191 años después. Y, como segundo ejemplo, el periodo de máximo esplendor del comercio de la naranja. Carcaixent se erigió como la cuna de la naranja alcanzando una fama única en Europa. Las divisas que devolvía su comercio se transformaron en mejoras sociales, pavimentado, alcantarillado, alumbrado público, la construcción de una vía férrea específica pagada por los agricultores para transportar los cítricos hasta Denia para su embarque hacia Europa, la concesión del título de ciudad y un largo etcétera de prosperidad, entre los que se incluyen grandes mejoras en la eficiencia del riego al rehacer las acequias de tierra con materiales de obra.
Además, uno de los grandes aciertos de la Real Acequia de Carcaixent fue convertirse en miembro de la Unión Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ) y contribuir al esfuerzo que supuso la construcción del pantano de Alarcón.
Actualidad
Actualmente, se riegan 1386 hectáreas por el método de inundación por gravedad, sin uso de energía eléctrica ni adición de fertilizantes. Para ello, sus 21 trabajadores (entre regadores y supervisores) utilizan los 11,3 hectómetros cúbicos que la Administración asigna anualmente. Dependiendo de la meteorología, cada una de las parcelas recibe entre cinco y siete riegos. La superficie regable está muy atomizada en minifundios de cítricos (en su mayoría) y caqui, extendiéndose la campaña de riego entre mayo y octubre.
En las oficinas, tres trabajadores administrativos se encargan de engranar el campo con los avances de gestión, laborales y normativos así como de comunicarse con los más de 1800 comuneros. La Junta de Gobierno está formada por siete vocales, siendo uno de ellos el presidente (figura en la que recae la representación de la comunidad).
Perspectivas de futuro
Se seguirán defendiendo los intereses de los comuneros y de los trabajadores de la comunidad, quienes con su actividad dinamizan la vida laboral de Carcaixent, luchando contra el abandono de tierras agrícolas y la despoblación de los territorios rurales.
Comentarios recientes
Me parece importante que tengan en cuenta a todas las comunidades de regantes de la Federación y en esta nueva etapa se pudiera dar respuestas […]
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[…] Més informació en aquest enllaç. […]